Faltaban solo unos minutos para media noche y las empleadas de la gasolinera recontaban el dinero del día, cuando dos encapuchados, machete en mano, las sorprenden para llevarse el botín.
"Cuando me di cuenta, los delincuentes estaban en la esquina con el machete en la mano y gritaba", comenta una empleada. Este ladrón exigía el dinero mientras aprovechaba para robar, antes de nada, un teléfono móvil, y su compañero se enzarzaba en una lucha de cables, para desconectar la máquina de apuestas.
"Decía que nos mataba, que nos daba con el machete y yo pensé que nos mataba", asegura otra empleada. Tres minutos bastaron para llevarse casi 2.000 euros. Eso sí, hasta nueve cámaras grabaron todos sus movimientos.
"Dicen que duró tres minutos, pero para mí duró una vida. Yo pensé que me moría, me desmayaba...", concluyó. Pese a ello no sufrieron ningún daño físico. La Guardia Civil busca ahora a estos dos atracadores de complexión delgada, gallegos y a los que se cree autores de otros robos en la zona.
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