domingo, 8 de febrero de 2015

maniatan a una familia de Vilanova en su casa y le roba

En la casa del constructor de Vilanova de Arousa, Jacinto Vidal, se llevaron el miércoles el susto de su vida. Pasadas las nueve y media de la noche, cuando él y su esposa estaban tranquilamente viendo la televisión al pie de la chimenea, un hombre se le echó encima con un cuchillo al grito de «no se mueva, échese al suelo». A partir de ese momento empezaron a correr los diez minutos más largos de sus vidas. «Fueron eternos», reconocía ayer el empresario. En la vivienda, situada en Baión (Vilanova), entraron por sorpresa cuatro personas, con la cara tapada y ocultos con una especie de gabán oscuro que les llegaba hasta las rodillas -según el relato de Jacinto Vidal-, que ataron al matrimonio de pies y manos con bridas. Los atracadores, que tenían acento sudamericano, le preguntaron por el dinero, y aunque en primera instancia el matrimonio les dijo que no tenían, finalmente optaron por confesarles que había una caja fuerte en el piso superior. Acto seguido, desataron a la mujer para que los condujera al botín y sustrajeron joyas y dinero en una cantidad que las víctimas no quisieron precisar. Sí desvelaron que los ladrones se llevaron, además, varios abrigos de valor que había en la vivienda. Los delincuentes lo tuvieron fácil para entrar en la casa, dado que a esa hora ni estaba cerrada la verja ni la alarma puesta, dado que el matrimonio estaba esperando por su hija y su nieto de siete años. Y la mala fortuna hizo que ambos entraran por la puerta en pleno atraco.
A la joven la ataron, como a sus padres, mientras que al niño lo dejaron libre. Los delincuentes les prometieron que si colaboraban no habría daños personales, y no los hubo. Pero el miedo les quedó en el cuerpo y una de las mujeres sufrió un ataque de ansiedad.
La Guardia Civil informó ayer de que está investigando los hechos y el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, pidió la colaboración de los vecinos para que aporten cualquier dato que pueda resultar útil para detener a las que calificó de «pandilla de degenerados». El alcalde manifestó su «preocupación» por un hecho que no tiene precedentes en el municipio -al margen de los ajustes de cuentas por narcotráfico, «que es algo que se queda entre ellos», apuntó- y que rompió la tranquilidad de esta parroquia. Durán tenía previsto ayer contactar con el Subdelegado del Gobierno en Pontevedra para pedirle que intensifique la vigilancia en el municipio.

La víctima: «Lo tenían muy estudiado. Eran profesionales»

El constructor vilanovés atribuye el asalto a delincuentes profesionales a juzgar por su modus operandi. «Lo tenían todo muy estudiado», apuntó ayer. De hecho, cree que fue vigilado en los últimos días porque varios vecinos le dijeron que fueron vistas personas extrañas en las inmediaciones de su casa. Vidal afirma que nunca recibió amenazas ni tiene enemigos que pudieran organizar algo así para robarle y atemorizar a su familia. Dos días después del suceso, Vidal y su familia tratan de pasar página, aunque la experiencia es de las que dejan huella. «Hay que superarlo», señaló el constructor.

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